Humor negro en Warhammer.

Si hay algo que me gusta de warhammer, es el humor negro que desprende. Aunque es algo que parece que se esta perdiendo en los últimos tiempos, no quiere decir que nosotros no lo podamos disfrutar durante nuestras partidas. Gracias a este humor, podemos tocar temas serios mientras nos reímos de ello. Cosas como el sexo, la pobreza, la locura, el racismo, la guerra, la religión y la política son muy comunes en el mundo de warhammer. Suelen ser temas tabú en la mayoría de las sociedades, pero que tratado de la manera adecuada pueden resultar graciosas. A través de las aventuras podemos contar crueles pero ingeniosas historias, mientras realizamos una crítica a nuestra propia sociedad.

Se que no os hace falta, pero aun así pondré algunos ejemplos de como aparecen estos temas tabú en el viejo mundo. Seguramente se os ocurrirán mejores ejemplos.

En primer lugar el sexo, como ejemplo pongo una raza que trate anteriormente en este mismo blog. Los Fimir son una raza cuya única manera de reproducirse es la de secuestrar mujeres de otras especies y violarlas. También tenemos los problemas de los elfos para procrear, mientras cada día quedan menos gracias a la guerra.

La probreza, algo que abunda en el viejo mundo y en todo el planeta. Las dos cosas que primero se me pasan por la cabeza son los campesinos bretonianos, a la sombra de sus señores, pasando hambre mientras los nobles se atiborran. También tenemos a los ciudadanos del imperio, de los cuales la mayoría pasan necesidades. Muchos tienen que dedicarse a la guerra, la delincuencia o peor aún a la política.

La locura, en warhammer podemos considerar que la mayoría de la gente no esta cuerda. Esto es normal si pensamos en las condiciones en las que sobreviven. Pero dentro de esto, existen personas que realmente pierden la cabeza. Un buen ejemplo y el más característico serían los flagelantes, otro ejemplo perfecto para la religión que tocaremos más adelante. Estas personas que se autolesionan y escriben con cuchillos en su piel son el más tópico de los locos.

El racismo, esta también es muy fácil. Existen muchos ejemplos de ello. El más conocido yo creo que es el odio que sienten entre elfos y enanos, cierto que tiene su origen, pero al fin y al cabo es puro racismo. Desprecian a la otra raza por completo, sin importar el individuo y las consecuencias que ello tenga. Incluso si hablamos a nivel estratégico. También tenemos razas que simplemente se creen superiores al resto, como son los elfos oscuros, además esclavizan a todo el que se les cruce para que sepan donde esta su lugar.
La guerra, algo que esta implícito más allá de la cuarta pared. Es una ambientación que surgió como un juego de batallas. Su propio nombre hace referencia a ello. El mundo de warhammer es una continua batalla entre todas las razas por las razones más insospechadas y algunas veces ridículas.

La religión, uno de las muchas razones ridículas por las que se llega a la guerra. Tenemos muchísimas religiones donde elegir, siempre he pensado que la devoción a Sigmar y el cristianismo tienen cierto paralelismo. El poder de la religión es exagerado en todas las culturas, y es que en warhammer los dioses existen realmente. Algunos hombres santos son bendecidos realmente por ellos. ¿Quién no va a creer en ellos? Algún descerebrado habrá.

La política, si pudiera llegar a ser, diría que la política esta aún más podrida que en nuestro sistema. Dictadores, tiranos, nobles... lo de siempre unos pocos aprovechándose de muchos, gracias al miedo, falsas promesas y algunas ocasiones por la mera fuerza. Incluso la corrupción puede llegar a materializarse físicamente, pudriendo el cuerpo y la mente de las personas. Vendiéndose el mismo y a los que le rodean, al caos.

Crear aventuras con un toque de humor negro, no quita que puedan ser épicas. Incluso puede que lo sean aún más. En un ambiente donde lo peor de la humanidad rezuma por todos lados, que alguien realice algún tipo de acto desinteresado o valeroso le da un mayor valor. También hay que tener en cuenta que matar a un dragón siempre va a ser legendario, aunque las razones por las que se haga no sean las más honestas.

Bueno, en conclusión quiero defender que aún podemos tirar de los hilos (cada vez más cortos) que nos dejan para disfrutar de esta parte del trasfondo de warhammer. No pienso perder esa parte gamberra. Que es capaz de reirse de todo, incluso de uno mismo. Para mi es el fundamento y la gracia de esto.